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lunes, 10 de diciembre de 2012

Cantes y cates (De Cádiz y sus cates)

Diario de Cádiz, 6 de abril de 1888
No nos engañemos. La tragantá es tan antigua como la humanidad. Que le pregunten a Stanley Kubrick, por qué reflejó la hostilidad de los primates, al son de Así habló Zaratustra, con el hueso al aire. En materia de cates ningún tiempo pasado fue peor; pero tampoco mejor.

El reverso pendenciero y la asociación de arte flamenco con peleas y altercados —principal argumento de los antiflamenquistas decimonónicos— fue muy frecuente, y en parte cierto, a lo largo del siglo XIX. Estudiado por Ortiz Nuevo en su capítulo Maldición en la cuna (1); por Manolo Bohórquez con el asesinato del Canario (2) o por José Gelardo, describiéndonos el ambiente extremadamente hostil de las antiguas tabernas de la Cuenca Minera (3). La abundancia de alcohol lo facilitaba todo. En el Carnaval también, y también estudiado, véase El periodismo en tiempo de Carnaval, capítulo Crónicas negras (4), (y disculpen la autocita).


Diario de Cádiz, 7 de agosto de 1903

La Nueva Era, 8 de mayo de 1891
Más pruebas, más cates, más sangre y más drama. En sitios tan distantes como Algar (Cádiz, 1888), Buenos Aires (1891) o la Plaza de la Cruz Verde en Cádiz, a la vera de La Tienda de la Cabra (Diario de Cádiz, 7 de agosto de 1903). Una guitarra rota en las costillas, un estoque en los alrededores de La Plaza y un revólver disparado en un cafetín bonaerense, que recuerda la copla de La Ruiseñora, de Quintero, León y Quiroga, magníficamente versionada por Miguel Poveda en su último trabajo discográfico.

La Nueva Era, 8 de mayo de 1891














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(1) ORTIZ NUEVO, José Luis¿Se sabe algo? Viaje al conocimiento del Arte Flamenco en la prensa sevillana del XIX, Sevilla: Ediciones el Carro de la Nieve, 1990 (Pág. 337).

(2) BOHÓRQUEZ CASADO, ManuelEl cartel maldito, Sevilla, 2009.

(3) GELARDO NAVARRO, JoséEl Rojo el Alpargatero, flamenco. Proyección, familia y entorno, Córdoba: Almuzara, 2007.

(4) OSUNA GARCÍA, JavierEl periodismo en tiempos de Carnaval, 1763-2005 (más linotípico no lo hay), Cádiz: Quorum Editores, 2009 (Págs. 337).

3 comentarios:

  1. Estos son broncas y no las de los bichitos de lú! ;-)

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    1. Jajaja... ¡por la cara, Santi! Situemos a los lectores neófitos que "Los bichitos de luz" y "Los marcianos", fueron dos coros de 1955 a los que la leyenda los presenta enfrentados, ríase usted de tirios y troyanos y de la Franja de Gaza y Cisjordania. Ambos mantenemos opiniones encontradas sobre el tema, que en su blog (aquí recomendado) ha hecho una estupenda entrada:

      http://mastipiconolohay.blogspot.com.es/2012/11/los-bichitos-de-luz-vs-los-marcianos.html

      ¿Has visto cómo hablo con mis lectores y contigo a la vez?
      Gracias por comentar. Un abrazo...
      ¡Fuerza y limón al gin tonic!

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  2. Te veo con soltura que no tonsura...
    El otro día me pedí un gin tonic... pero ´engañao´ que plof!

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